Fragmento 2 (Cap. II)

Cap. II (Continuación)

Lydya maldijo su mala suerte. Mira que no había chicas. ¿Por qué justamente le tenía que tocar con ellas dos? Con una rápida disculpa que no sentía abandonó la estancia y se dirigió hacia la otra puerta.

Aquella habitación estaba vacía de gente. Tenía tres camas distribuídas de forma específica para que sus tres ocupas tuvieran el espacio suficiente para moverse y dejar sus cosas. Sobre cada una de ellas había dos uniformes.

Lydya se dirigió a la cama de la derecha. La que más cerca de la ventana estaba. Desde pequeña había dormido viendo el cielo noccturno y no quería perder esa costumbre.

Acababa de dejar sus cosas encima de la mesilla de noche cuando una joven de rizos rubios entró en la habitación.

-¡Uy!, lo siento. - Dijo la recién llegada.

-No te preocupes. Soy Lydya.

- Yo, Mâryam. Encantada.

Las dos chicas pensaron lo mismo: " parece agradable". Se sonrieron mutuamente antes de colocar sus cosas. Mâryam escogió la cama del medio.

Lydya no pudo evitar fijarse en como iba vestida su compañera. Llevaba un vestido en tonos azules y dorados con un sombrero a juego. Todavía tenía cara de niña así que se decidió a preguntarle la edad.

-Acabo de cumlir quince años. - Contestó Mâryam alegremente. - ¿Y tú?

-Tengo dieciseis.

Las dos siguieron hablando y conociéndose mejor. Ya era de noche cuando otra chica entró en la habitación como un vendaval.

Era pelirroja y uno de sus rasgos más característicos y resaltables eran sus ojos verdes.
Se quedó mirando a las otras dos chicas asombrada.

- Siento interrumpir pero la otra habitación estaba llena. Soy Anÿa. - Se presentó.

-Bienvenida. - Dijeron las dos al mismo tiempo antes de mencionar sus nombres.